El disco duro es un elemento clave de los portátiles u ordenadores de sobremesa. Detrás de su aspecto muy técnico, elegir un disco duro es relativamente sencillo.
Hay poco margen de error y no debería preocuparse por comprar el disco duro «equivocado». Echemos un vistazo a los aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir su disco duro y SSD.
Discos duros HDD y SSD externos
Un disco duro externo (o DDE) es un dispositivo de almacenamiento portátil que normalmente se conecta a un ordenador mediante USB, firewire esata o conexión inalámbrica.
Los discos duros externos suelen tener una gran capacidad de almacenamiento y se utilizan habitualmente para almacenar datos y realizar copias de seguridad.
El uso de un disco duro externo sólo requiere conectar el cable del disco duro al ordenador, aunque en algunos casos puede haber problemas de compatibilidad con el sistema operativo (problema de disco duro externo no reconocido, más información sobre este problema en supergeek.fr).
Este tipo de discos duros pueden almacenar un gran número de archivos, música, vídeos o imágenes gracias a su gran capacidad de almacenamiento.
Discos duros HDD (disco duro)
El disco duro de un ordenador desempeña el papel esencial de almacenar y recuperar información. Los discos duros HDD (unidad de disco duro) son los más utilizados, especialmente para ordenadores de sobremesa.
Estos discos, ya sean internos o externos al ordenador, están formados por uno o más discos mecánicos que leen y escriben información en el disco.
Discos duros SSD (unidades de estado sólido)
Los discos duros SSD utilizan memoria flash (no mecánica como los HDD) para almacenar información. Ofrecen mayor durabilidad y un rendimiento superior a los discos duros HDD.
Sin embargo, estos últimos tienen una capacidad de almacenamiento generalmente mayor para un tiro más pequeño.
¿Diferencias entre un disco duro SSD y un disco duro HDD?
Los SSD y los discos duros realizan básicamente el mismo trabajo: le permiten arrancar su sistema operativo, almacenar sus aplicaciones y sus archivos personales. Pero cada uno tiene sus particularidades (capacidad de almacenamiento, precio, velocidad, etc.).
El precio de las unidades SSD y HDD
Los SSD son más caros que los HDD en términos de dólares por gigabyte. Un disco duro interno de 2,5″ 1TB cuesta de media entre 50 y 70 euros. Por otra parte, costará unos 300 euros por un SSD de la misma capacidad.
Capacidad de almacenamiento: SSD vs. Disco duro
Aunque existen varios SSD de TB (hasta 16 TB), siguen siendo raros y caros. Los HDD de 500GB a 1TB son habituales y se consideran una capacidad básica. Por lo que respecta a los SSD, los primeros precios ofrecen una capacidad de almacenamiento de unos 128 GB.
Velocidad de ejecución
La velocidad de ejecución es el punto fuerte de los SSD. Un ordenador con un SSD se pondrá en marcha en menos de un minuto (unos segundos para la mayoría) y será más rápido para iniciar y ejecutar aplicaciones, así como transferir archivos.
Tanto si utiliza el ordenador para el ocio, la escuela o el trabajo, la velocidad sigue siendo un criterio para elegir un ordenador.
Durabilidad y resistencia
Un SSD no tiene partes móviles, por lo que es más resistente a los golpes en comparación con un disco duro HDD. Sin embargo, algunos discos duros externos tienen protección para hacer frente a este problema (como las unidades robustas, que son resistentes al agua, polvo, golpes y caídas).
Disponibilidad del mercado
Los HDD son los más habituales y los más asequibles, aunque los SSD comienzan a estar cada vez más presentes, sobre todo en netbooks y ultrabooks pequeños con capacidades de almacenamiento que van desde los 256 hasta los 516 GB casi siempre.
Medidas y formas de un disco duro
Los SSD son famosos por su rendimiento. Si decide optar por un SSD en favor de un disco duro, tenga en cuenta que hay dos tamaños comunes de SSD. El de 3,5″ es adecuado para uso de escritorio, mientras que el de 2,5″ está diseñado para ordenador portátil (con menos espacio).
Tenga en cuenta que es posible conectar un SSD de 2,5″ a una bahía de 3,5″ mediante un adaptador, pero no es posible lo contrario.
En el caso de la compra de un ordenador portátil, el tamaño estándar de este SSD será, por tanto, de 2,5″. En este caso, se aconseja interesarse por las demás especificaciones técnicas de los SSD.
Primero pensamos en el ruido: los discos duros HDD internos o externos son relativamente ruidosos. Incluso el disco duro más silencioso hará un ligero ruido debido a su brazo de tono y la rotación del disco. Debido a su memoria flash, los SSD apenas hacen ruido.
Luego viene el consumo de energía: un SSD no debería consumir electricidad para girar un plato. Por tanto, consume menos energía que su homólogo. Este menor consumo de energía se traduce en varios minutos/horas de autonomía adicional.
Discos duros de agua SSD/HDD
Algunos fabricantes han implementado una solución para ensamblar una memoria flash a un disco duro mecánico. Estos modelos «híbridos» combinan la capacidad de almacenamiento de un disco duro y el rendimiento de un SSD a un precio algo mayor que un disco duro convencional.
Por tanto, la memoria flash sirve como búfer para los archivos de uso frecuente para acelerar el lanzamiento de aplicaciones importantes.
También existen otras tecnologías para combinar un disco duro y un SSD en el mismo ordenador, como la tecnología SRT (Smart Response Technology) de Intel. SRT utiliza SSD como caché para arrancar el sistema o iniciar programas más rápidamente.
Aunque los SSD se están democratizando cada vez más, siguen siendo alternativas caras pero eficientes a los HDD.
Los discos duros HDD superan el problema del precio, la capacidad de almacenamiento y la disponibilidad del mercado.
En cuanto a los SSD, son sin duda más rápidos, más robustos, más compactos y menos ruidosos. Por tanto, los discos duros SSD son una opción preferida para los ordenadores portátiles.