Un fallo del disco duro no sólo ocurre; tiene una causa, y la hay de varios tipos. Falla mecánica, falla electrónica, fallo lógico… Te explicamos de dónde puede venir el fallo de tu disco duro, para prevenirlo mejor.
1. Un choque violento
La caída accidental de un disco duro puede provocar un fallo mecánico. Concretamente, un choque violento provocará el contacto entre los cabezales de lectura y los platos en el disco duro, o incluso una alteración de su superficie.
Una placa rallada o dañada es potencialmente datos borrados de forma irrecuperable. Y los cabezales de lectura sin uso hace que un disco duro sea inutilizable porque no puede acceder a los datos.
Si a veces es necesario cambiar las piezas mecánicas en una sala limpia, el enfoque más sostenible es recuperar los datos y restaurarlos en un nuevo disco duro.
2. Vibraciones repetidas
Los discos duros mecánicos están diseñados para soportar las vibraciones que generan durante su uso. Por otra parte, son sensibles a las vibraciones externas y al uso prolongado.
¿Ejemplos? Trabajas con tu ordenador portátil en un avión, tren, autobús o coche. Las vibraciones regulares durante el viaje probablemente afectarán a los elementos mecánicos de su disco duro al igual que un fuerte choque.
Esto no debe prohibir el trabajo en movimiento como medida preventiva, sino que implica una mayor vigilancia en función de la agitación del viaje así como de la duración del uso.
3. Humedad
Por lo general, la electrónica y el agua no se mezclan. Y esto obviamente se aplica en el disco duro mecánico, excepto en algunos modelos con certificación IP68 que están protegidos contra el agua a una profundidad de 3 metros.
Sin embargo, la inmersión en el agua no es el problema que más amenaza el disco duro: es más la humedad la que la amenaza y, más precisamente, el riesgo de condensación interna.
El cóctel más dañino para el disco duro es el combo frío + humedad, cuando cambia a un estado líquido dentro del propio dispositivo en un ambiente por debajo de los 5° C. ¿Las consecuencias del contacto entre los componentes eléctricos y el agua? Oxidación y cortocircuito.
4. Exposición a altas temperaturas
Si recomendamos un ambiente a temperatura ambiente para la buena conservación de un disco duro, también se debe a que no soporta el calor alto más que el frío. En los centros de datos, la temperatura oscila entre 15 y 32 °C.
La temperatura ideal sería de 27 °C para optimizar el consumo eléctrico. Lo seguro es que más allá de los 40 o incluso 50 °C se acumulan problemas: deterioro del rendimiento, pérdida de datos, etc.
En particular, el fenómeno de expansión térmica que impacta y daña a los componentes. Y puede acortar drásticamente la vida de su disco duro…
5. Los efectos de un campo magnético
El diseño de los discos duros los hace resistentes a la mayoría de los campos magnéticos que se encuentran. Su recubrimiento les protege de los imanes y los discos duros internos están menos expuestos a medida que la torre de PC construye una pared adicional.
Pero la exposición demasiado cercana (menos de 20 cm) a un campo magnético potente dañará el disco duro y, en particular, sus cabezales de lectura (bloqueo, cambio). Y puede golpear la superficie de los platos y provocar la pérdida de datos.
6. Un incidente eléctrico
La descarga eléctrica amenaza el disco duro con un fallo electrónico. ¿Cómo ocurre esto? Durante una fuerte perturbación de corriente eléctrica, como un rayo de una tormenta, un corte de microalimentación o incluso una descarga electrostática.
Añada una reactivación muy precipitada del dispositivo y tiene un cortocircuito o un cambio en la electrónica del disco duro. Resultado: ya no responde e incluso puede emitir un olor a quemadura que facilitará claramente el diagnóstico de la avería.
7. Desgaste normal
Un disco duro tiene una vida útil teórica, y cada uso le acerca a su final. Detrás de esta observación fatalista hay una realidad: las piezas móviles utilizadas a gran velocidad se estropean con el paso del tiempo debido a la fricción.
Por tanto, la esperanza de vida de un disco duro mecánico se estima en diez años. Para un disco duro SSD, la vida útil se mide en volumen de ciclos de escritura. Además, la memoria flash ya no admite datos nuevos.
8. Error humano
¡También es un peligro potencial para su disco duro! Además de los accidentes domésticos que se pueden producir (caída, vaso de agua, etc.), puede dañar su dispositivo manipulando mal las propiedades del ordenador o eliminando los archivos del sistema sin querer.
Entonces hablaremos de un fracaso lógico. Un usuario también puede elegir la fuente de alimentación incorrecta o abrir un archivo infectado con software malicioso que se extenderá por todo el disco duro.
Cerrar bruscamente un ordenador portátil también es una mala práctica que puede dañar a un disco duro en uso.